Retrato de tu alma. (SG a B).
Alguien a distancia a decidido verte,
dibujándote entre un cielo azul o amarillo.
Con diferentes pinceles cada uno sin olvido,
sin embargo entre imágenes algo semejante.
La luna se esta ocultando y a la vez mi demencia,
que aquello que sucumbe ante la noche.
No sea dolor o alivio, solo lo que mostraste,
llamado lunático de amor con tal enérgica reverencia.
Tu lo sabes un corazón frio, martirio no late,
ni con rezos del destino y sus hipócritas fariseos.
Cada uno muerto por tu fortaleza y deseos,
tan blanca y apacible, hija bella ¡ven y quédate!.
Descansa tu alma entre dignos labios amorosos,
que ellos acrecienten tu juventud sin falsas ilusiones.
Así con suave tacto tu frialdad será puras emociones,
dueñas de tu azul sendero, fijo en tus ojos serenos.
Tu persistencia, enferma al débil de envidia,
en ella escondida la manera perfecta de la vida.
Y su amor cauteloso, sueño de mujer entre sombras.
detrás de tu estado, la dulzura acoge la salida,
Agitando con tus labios la perdición del tétrico día.
¡Quien contradice tu belleza!, ¿mujer que jamás lloras?
Ningún amante recorre tu alma con razón perdida,
¡tu aroma enloquece la sanidad con gran alevosía!.
Sin duda al final sabremos a quien en vida amaras.
Alguien a distancia a decidido verte,
dibujándote entre un cielo azul o amarillo.
Con diferentes pinceles cada uno sin olvido,
sin embargo entre imágenes algo semejante.
La luna se esta ocultando y a la vez mi demencia,
que aquello que sucumbe ante la noche.
No sea dolor o alivio, solo lo que mostraste,
llamado lunático de amor con tal enérgica reverencia.
Tu lo sabes un corazón frio, martirio no late,
ni con rezos del destino y sus hipócritas fariseos.
Cada uno muerto por tu fortaleza y deseos,
tan blanca y apacible, hija bella ¡ven y quédate!.
Descansa tu alma entre dignos labios amorosos,
que ellos acrecienten tu juventud sin falsas ilusiones.
Así con suave tacto tu frialdad será puras emociones,
dueñas de tu azul sendero, fijo en tus ojos serenos.
Tu persistencia, enferma al débil de envidia,
en ella escondida la manera perfecta de la vida.
Y su amor cauteloso, sueño de mujer entre sombras.
detrás de tu estado, la dulzura acoge la salida,
Agitando con tus labios la perdición del tétrico día.
¡Quien contradice tu belleza!, ¿mujer que jamás lloras?
Ningún amante recorre tu alma con razón perdida,
¡tu aroma enloquece la sanidad con gran alevosía!.
Sin duda al final sabremos a quien en vida amaras.